Son torpedos con capacidad para dos personas e impulsados eléctricamente. Los tripulantes van equipados con trajes de buceo y montan el dispositivo. Ellos conducen lentamente el torpedo hacia la embarcación enemiga que destruir. La cabeza desmontable del torpedo es utilizada como una mina submarina. Es entonces cuando conectan el temporizador y regresan al punto de encuentro con el submarino nodriza. Ya en operación, el torpedo es transportado por otra embarcación, usualmente en la cubierta de un submarino nodriza, en unos contenedores cilíndricos y liberado en las proximidades del objetivo.
La mayoría de las operaciones que involucran esta clase de torpedo se llevaron a cabo durante la noche y con luna nueva, disminuyendo así el riesgo de ser detectados.